Ben Cuevas es un artista que rompe mitos. Teje, pero ni es abuela, ni hace bufandas. Su trabajo con la lana se exhibe en galerías de arte y se le define como un Knitter Knasty. Pero quien haga punto y vea las fotos de su escultura del esqueleto seguro que aprecia la matización de las formas, y de "repugnante, desagradable, obsceno", pues... ná de ná.
